- Arancha Yáñez, fundadora y CEO de Feltwood, empresa ganadora de los Premios EmprendedorXXI en la categoría Impact Tech
Feltwood es una empresa nacida para ofrecer alternativas al uso masivo de plásticos. La compañía ha desarrollado diversas tecnologías para sustituirlos por materiales industriales ecológicos. Lo hacen a partir de fibras 100% vegetales y biodegradables procedentes de productos agrícolas. Su propuesta va dirigida a los fabricantes que ya están presentes en el mercado, a los que proponen innovar con apuestas respetuosas con el medio ambiente. La empresa ha sido recientemente galardonada con uno de los Premios EmprendedorXXI de CaixaBank en la categoría Impact Tech.
¿Qué ha significado para vosotros como empresa recibir uno de los Premios EmprendedorXXI en la categoría Impact Tech?
El premio nos ha aportado, entre otras cosas, mucha visibilidad en los medios de comunicación. Se han puesto en contacto con nosotros numerosas empresas interesadas en nuestra tecnología. Además, nos ha proporcionado el empujón financiero necesario para salir antes al mercado.
¿Cuáles son los principales problemas que genera el exceso de plástico para nuestro planeta y para las futuras generaciones?
El plástico es un material que tarda cientos de años en degradarse. Mata 100.000 mamíferos marinos al año e incontables peces. Los pequeños trozos de plástico, los llamados microplásticos, contaminan el pescado que comemos y el agua que bebemos. Según algunos estudios, el 90% del agua embotellada y el 70% de los productos marinos contienen estos plásticos diminutos. Un grupo de científicos incluso los llegó a encontrar en los intestinos de las personas.
¿Por qué decidisteis investigar otros materiales que pudieran sustituir al plástico?
Porque existen pocas alternativas al plástico que sean biodegradables y no contaminantes. Muchas, además, son poco duraderas y más caras. Hacían falta otras opciones de gran resistencia y económicamente competitivas.
Vuestro proceso de investigación comenzó como algo “casero”. ¿Cómo se lleva a cabo una investigación así sin contar con apoyo?
Es complicado hacer Investigación y desarrollo sin pertenecer a un centro de investigación o a una empresa. Al principio, cuando el desarrollo está en los inicios, careces de ningún tipo de apoyo. Un desarrollo industrial requiere de muchos medios: moldes, análisis, prototipos, etc. Es muy caro. Esto es algo que desde Feltwood queremos cambiar, porque España es, desde siempre, un país de grandes inventores, muchos de los cuales hicieron también el desarrollo por su cuenta. Es posible que estemos perdiendo grandes ideas por lo complejo que es para un particular llevarlas a cabo.
¿A partir de qué tipo de residuos creáis vuestros materiales industriales ecológicos?
Creamos nuestros materiales a partir de una amplia gama de vegetales. Esto es muy importante, porque la producción no depende de temporadas o tendencias. Tenemos distintos tipos de materiales según su aplicación. Todos ellos se componen de fibras 100% vegetales, biodegradables y reciclables. Tienen muy buenas características técnicas; por ejemplo, uno de los materiales Feltwood es similar a la madera, pero es varias veces más duro que cualquier madera. Otro es un aislante térmico con mejor coeficiente de aislamiento que los productos que se comercializan en la actualidad.
¿Qué beneficios tienen vuestros materiales para el medio ambiente?
El principal beneficio es que son biodegradables e incluso compostables. Eso significa que, si acaban en el mar, serán comida para los peces, y si acaban en la tierra, abono. A nivel contaminación, equivalen a una lechuga. Otra ventaja es que no es necesario talar árboles ni disponer de cultivos específicos para obtener nuestra materia prima. Así evitamos la deforestación.
¿Cuáles son las fases de vuestro proceso industrial?
En una primera fase, se transforman los residuos agrícolas en la materia prima Feltwood. En la segunda fase se moldea la materia prima Feltwood para fabricar el producto final (un tablón, una bandeja…).
¿Por qué no tenéis vuestra propia fábrica y vendéis vuestra patente ofreciendo formación a las empresas para que ellas mismas produzcan el material?
Nuestro propósito es sustituir la mayor cantidad de plástico en el menor tiempo posible. Si nos centráramos en la fabricación, tendríamos un crecimiento mucho más lento; si enseñamos a otros la forma de hacerlo, la producción será mucho mayor. Una mayor producción con materiales Feltwood supondrá una menor producción con materiales contaminantes, como el plástico, y una menor huella de carbono.
¿Cómo han reaccionado las empresas productoras de plástico ante vuestros productos?
Tanto la normativa como la presión de los consumidores hacen que esas empresas busquen alternativas ecológicas con las que fabricar sus productos. Eso ha despertado mucho interés en nuestros materiales, y ha hecho que muchas empresas se interesen por nuestra solución. Somos una alternativa a muchos tipos de plástico y a muchas de sus aplicaciones. Desafortunadamente, no podemos sustituir todo el plástico, pero seguiremos investigando.
Próximamente entrará en vigor la normativa europea que prohíbe utilizar plásticos de un solo uso. ¿Es posible un mundo sin plástico?
Hace 70 años, apenas se utilizaba el plástico; para la mayoría de las aplicaciones, hay alternativas. Por supuesto hay usos, como en medicina, en los que el plástico es, por el momento, imprescindible.
También proponéis cambios en la elaboración de materiales alternativos a los plásticos duros, como por ejemplo las piezas de un Lego. ¿Qué aceptación está teniendo esta alternativa entre este tipo de empresas?
Aún no se ha puesto en contacto con nosotros ninguna empresa de juguetes. Es evidente que la normativa influye mucho en el interés que tienen las empresas en usar materiales ecológicos. En otros sectores, como el de los productos desechables, los embalajes y los materiales de construcción, en los que sí hay normativas que fomentan los materiales biodegradables, el interés es mucho mayor.
¿Cuáles son vuestros proyectos de futuro? ¿Pensáis en la internacionalización?
Comenzar con la producción industrial con nuestros materiales en distintos sectores y a nivel internacional, y continuar el desarrollo de nuevos materiales para otras aplicaciones. Desde el primer momento creemos que la expansión de la tecnología debe de ser internacional. Varias compañías europeas y latinoamericanas ya se han interesado por nuestra tecnología.